sábado, 31 de diciembre de 2011

Los mejores discos pop del 2006

Justin Timberlake: FutureSex / LoveSounds
Hot Chip: The Warning
Xiu Xiu: The Air Force
Planningtorock: Have it all
Kitsuné 2
Lo-Fi-Fnk: Boylife
James Holden: The idiots are winning
Jenny Wilson: Love & Youth
Girl Monster (Chicks on Speed Records)
James Holden at the Controls
The Knife: Silent Shout
Joanna Newsom: Ys
Idol Tryouts 2 (Ghostly International)
Matmos: The rose has teeth in the mouth of a beast
Para One: Épiphanie
Fischerspooner: The other side of NY
Isolée: Western Store
Thom Yorke: The Eraser
Diplo: Fabriclive
Grizzly Bear: Yellow House
Four Tet: Dj Kicks
Dirty Diamonds 3
Booka Shade: Movements
Final Fantasy: Hee Poo Clouds
Erol Alkan: Essential Mix
The Whitest Boy Alive: Dreams
The Gossip: Standing in the way of control

jueves, 22 de diciembre de 2011

Dans la chambre

01. Ich habe Joints geraucht , die größer waren
02. Ahhhhh , wie niedlich ....
03. Lass uns doch einfach nur knuddeln ....
04. Die moderne Chirurgie könnte es vielleicht retten ....
05. Hihi , lass ihn tanzen ....
06. Darf ich einen Smiley drauf malen ?
07. Woww und deine Füße sind sooo groß ....
08. Ist schon ok , wir arbeiten uns drum rum ....
09. Wird er quieken , wenn ich drauf drücke ?
10. Oh nein , ein plötzlicher Kopfschmerz ....
11. (kichern und mit dem Finger drauf zeigen)
12. Darf ich ehrlich sein ?
13. Wie nett , du hast ein Räucherstäbchen mitgebracht
14. Das erklärt dein Auto .
15. Vielleicht wächst er noch , wenn wir kräftig gießen
16. Warum bestraft mich Gott ?
17. Na ja , wenigstens wird`s nicht lang dauern
18. Also sowas hab ich ja überhaupt noch nie gesehen
19. Aber er funktioniert trotzdem , oder ?
20. Ich glaube , bei Tageslicht würde er viel besser aussehen .
21. Er sieht so .....unbenutzt..... aus....
22. Warum rauchen wir nicht gleich unser Zigarettchen ?
23. Ist dir kalt ?
24. Ich glaub , ich muss mich erst betrinken ....
25. Ob das eine optische Täuschung ist ?
26. Was......ist......das......?
27. Ich find́s prima , dass du so viele andere Talente hast
28. Wird die Pumpe mitgeliefert ?
29. Deswegen sollte man Menschen eher nach ihrem Charakter beurteilen
30. Ich wollte heute sowieso früh nach Hause
31. Du hast Glück! Wäre er noch kleiner, würde er zu den inneren Werten zählen
32. Das ist also gemeint mit "Stecknadel im Heuhaufen"

domingo, 20 de noviembre de 2011

Novo Cinema Portugues

During the last 25 years, the most innovative and interesting cinema in Europe has been made in Portugal.
Some titles:

2011 - Deste Lado da Ressurreição - Joaquim Sapinho
2011 - O Que Há De Novo No Amor? - Mónica Santana Baptista, Hugo Martins, Rui Santos, Tiago Nunes, Hugo Alves and Patrícia Raposo.
2009 - Ne change rien - Pedro Costa
2009 - Morrer como um homem - João Pedro Rodrigues
2008 - 4 Copas - Manuel Mozos
2006 - Juventude em marcha - Pedro Costa
2005 - Diários da Bósnia - Joaquim Sapinho
2005 - Odete - João Pedro Rodrigues
2003 - Vai-e-vem - Joao César Monteiro
2003 - A Mulher Polícia - Joaquim Sapinho
2002 - O princípio da incerteza - Manoel de Oliveira
2001 - Où gît votre sourire enfoui? - Pedro Costa
2001 - Je rentre à la maison - Manoel de Oliveira
2000 - Branca de neve - Joao César Monteiro
2000 - No quarto da Vanda - Pedro Costa
2000 - O Fantasma - João Pedro Rodrigues
1999 - Mal - Alberto Seixas Santos
1999 - A carta - Manoel de Oliveira
1999 - As bodas de Deus - Joao César Monteiro
1999 - Glória - Manuela Viegas
1998 - Inquietude - Manoel de Oliveira
1998 - José Cardoso Pires. Diário de Bordo - Manuel Mozos
1998 - Viagem à Expo - João Pedro Rodrigues
1997 - Ossos - Pedro Costa
1997 - Le bassin de John Wayne - Joao César Monteiro
1997 - Viagem ao Princípio do Mundo - Manoel de Oliveira
1997 - Parabéns - João Pedro Rodrigues
1996 - Party - Manoel de Oliveira
1995 - O convento - Manoel de Oliveira
1995 - A comédia de Deus - Joao César Monteiro
1995 - Casa de lava - Pedro Costa
1995 - Corte de Cabelo - Joaquim Sapinho
1995 - Cinéma, de notre temps: Shohei Imamura, le libre penseur - Paulo Rocha
1994 - A caixa - Manoel de Oliveira
1993 - Vale Abraao - Manoel de Oliveira
1992 - O último mergulho - Joao César Monteiro
1989 - O Sangue - Pedro Costa
1989 - Recordações da Casa Amarela - Joao César Monteiro
1988 - Os Canibais - Manoel de Oliveira
1986 - Mon cas - Manoel de Oliveira

viernes, 11 de noviembre de 2011

LOS DOS SOLES DE TOLEDO, de Alonso de Alcalá y Herrera

Sobre eminente sitio, sublime puesto y delicioso trono, entorno y círculo vistoso de soberbios y lisonjeros montes; por lo excelso, con el portentoso imperio de todos ellos, si no de todo el orbe, perpetuo Príncipe se engríe y supremo Rey se constituye el nobilísimo, el insigne, el invencible siempre cívico monte de Toledo, metrópoli de todo el ínclito reino, de su noble ilustre corte y opulento solio un tiempo de felicísimos Reyes; glorioso siempre no sólo por quien le dio principio que fue (como quieren doctos escritores) cierto Ferrecio, insigne griego o, como escriben otros, el invencible Hércules Lívico y ciertos griegos robustos y fortísimos de su lucido ejército. Pero por sus ilustres trofeos y por los excesivos honores con que se enriquece, como son el perfectísimo temple de su cielo y suelo, sus gustosísimos frutos, su honorífico y suntuoso templo, diócesis insigne de los iberios por su Regente Pontífice y rico clero, por sus curiosos edificios, célebre río, eminente ingenio, y por el de sus nobles y discretos hijos, ilustres sujetos en lo científico de lo civil y divino, y en lo heroico del furor bélico, y por lo insigne de sus luminosos soles o mujeres de peregrinos rostros, sin otro esplendor que el del líquido elemento cogido en el corriente vidrio de su difuso río y undoso muro, glorioso objeto de eruditos ingenios (no sólo del Plinio, Tito Livio y Ptolomeo) por el oro de su centro, pero de otros muchos selectos históricos discursos y poéticos metros con elogios enriquecidos. En este pues riquísimo epílogo de perfecciones residió mucho tiempo cierto joven por nombre don Jerónimo, nobilísimo por su estirpe y de legítimo consorcio. Dejó un hijo que se nombró don Lope, mozo cortés y brioso, de gentil condición y honroso término, modesto en su proceder (no como otros), inquieto y orgulloso, pero honesto, curioso, prudente y bien entendido, y, sobre todo, rico y poderoso respecto de lo mucho que heredó de sus progenitores en censos y un vínculo de dos mil escudos por mes, por sí de excelente cobro, sin otros bienes y multitud de dineros en doblones. Pero no por eso se introdujo soberbio, común vicio de ricos, comedido sí, y primoroso, frecuente en honestos ejercicios y políticos respetos, eximiéndose siempre de los tributos de Cupido y de los deleites de Venus.

Sucedió, pues, que deseoso de ver que en Zocodover (sitio público de los festines y juegos) cierto domingo de los del fructífero septiembre, principio del fecundo Otoño, el encierro de los toros y un festín que se hizo entre los nobles, se entró en el domicilio de don Miguel, deudo suyo. Y entre el concurso de mujeriles sujetos vio dos soles de divino esplendor, oposición no del celeste, superiores sí en lo primero de lo pomposo y refulgente, siendo el vínculo del deudo sororios primos. No es epíteto el de soles, renombre sí, porque con el mismo oyó que los nombró otro concurso de ilustres jóvenes. Dos prodigios vio de perfección, dos celestes querubines; pero el uno le llevó el espíritu, si bien de él se vio correspondido por los mismos filos en recíproco cortejo. Sus nombres encubro por honestos respetos: pero nómbrese este peregrino sol Mitilene y el otro Nise. De Mitilene pues se vio en un momento de sus divinos ojos sin remedio preso y, como entre grillos de yelo, inmoble, sin que le fuese posible poder eximirse de rendido. Sin querer los miró y queriendo divertirse en los de Nise por menos peligrosos, no pudo; si bien en ellos notó un destrozo del modesto silencio y un fuego interno consumido del oculto sosiego de su pecho y quietud del espíritu, pidiéndole de hito en hito presuroso y dulce socorro. Motivo del incendio se conoció don Lope, pero no se dio por entendido ni les dio crédito, no sólo porque los presumió digno objeto de los de cierto mozo nobilísimo, por nombre don Gregorio, que en frente de ellos vio y juzgó por ellos perdido, pero porque en los de Mitilene (objeto de los suyos y su hermoso sol), se elevó todo y en ellos notó dos círculos, dos orbes digo o cielos, llenos de lucido esplendor, sin riesgo de soberbios por lo señoril, ni de menosprecio dignos por retóricos o elocuentes. Del rubio pelo de encendido color, los sutiles y curiosos rizos, no de finísimo oro, los consideró lucientes y preciosos hilos, ni costosísimo tesoro de Ofir, superior tesoro sí en lo rico, en lo refulgente y luminoso. Pero en el hermoso rostro y frente tres misteriosos vergeles o peregrinos pensiles vio de flores entretejidos de rosicler y nieve, divididos con un sublime y lindísimo retrete de olor en excelente proporción de relieve de nieve hecho, y de multitud de flores de los colores mismos con gentil primor compuesto. Los perfectísimos y menudos dientes entre el diviso y odorífero rubí (divino y precioso joyel) vistos, los juzgó hechos de lo mismo que en el cielo el sol y que, sentido Cupido de ver los de Venus y los suyos inferiores, se cubrió y vendó de vergonzoso los ojos por no verlos. En el eminente y terso cuello notó un mundo hecho del precioso mixto de rojo pórfido y misterioso hielo. Pero en lo poco que de los hermosos pechos vio principios, conoció ser dos perfectos globos, si no del yelo mismo, superior sí por los indicios de diferente género, pues los notó compuestos de purísimos lirios y multitud de flores de Venus, y de Cidros y de los fluecos de olorosos mirtos entre nieve y rosicler; los dedos entorno hechos y todo su distrito, con los vistosos pulsos, lo juzgó todo de lo mismo y prisiones lo miró todo de sus ojos, grillos de sus sentidos y suspensión de su espíritu. Y no menos le elevó de su hermoso dueño lo honesto, lo señoril, lo bien prendido y compuesto del vestido, que juzgó de terciopelo rizo ligero, color flor de romero, todo embutido de florones y lises de oro con huequecillo de negro y golpes de eses en los entremedios, con pespuntes de color de rubí y el entreforro de velillo de esplendor del mismo color rubicundo, y todo de suerte perfecto que ninguno de los hermosos sujetos le pudo competir, si no fue el del otro sol de Nise, porque en lo espléndido y señoril de sus ojos, nieve y rosicler de su rostro, terso de su frente, colorido del diviso rubí, si no fue todo en perfección lo mismo, fue muy poco diferente en el juicio de todos; sólo en el de don Lope desdijo mucho y no menos en el de don Gregorio porque no fue de Nise el sujeto el que le elevó, como pensó don Lope, sino el mismo sol de Mitilene; y no porque de Nise el brío y discreción fuese inferior ni menor lo costoso y lo lucido del vestido, pues se juzgó de espolín de oro, verde y negro (entretejido de flores de rizo, de oro el fondo y el rizo negro), con golpes de flueco por entre flor y flor en semicírculo, divididos por excelente modo, con molinillos de oro culebrinos, sino porque de Mitilene el destino fue superior en el dominio de los encendidos pechos de los dos jóvenes.

Fenecióse el encierro de los toros y el festín; deshízose uno y otro concurso; fuéronse los hermosos soles de Mitilene y Nise juntos en un coche. Pero don Lope los siguió en el suyo, y pretendiendo don Gregorio lo mismo, se lo estorbó Nise pidiéndole cortés que no lo hiciese; lo mismo hizo con don Lope Mitilene; pero él, por ver que se lo dijo sonriéndose y como por cumplimiento, porfió y con retórico estilo y primorosos conceptos le refirió los efectos del fervoroso incendio de su pecho; y viendo en el crédito que se le dio lucir su intento, prosiguió solícito su discurso y juró de ser firme si se viese correspondido: empeñó su fe, hipotecó su honor, y por veces lloró tierno, fogoso y líquido vidrio, munición con que rindió de Mitilene el pecho, y mereció por fin en breve tiempo en retribución felice de su empeño, un hermoso listón verde concedido con gusto y sin melindre. Desdoblóse luego, y en él leyó escrito en curiosos signos de oro: soy de Mitilene. De este modo se certificó en su nombre porque primero le supo del concurso y el sitio de su filice domicilio, bien conocido de él por ser el mismo que el de cierto don Pedro, enemigo suyo y tío de estos dos bellos prodigios, pero señor nobilísimo y muy rico.

Quedó con el listón don Lope contentísimo pero notó que Nise se disgustó en extremo de que Mitilene se le diese y que procuró por veces (no sin indicios de furiosos celos) divertir sus coloquios teniendo por desprecio que él no se diese por entendido de sus ojos ni de los equívocos con que le dijo el incendio de su pecho; y viendo Mitilene su enojo y los progresos de don Lope y sus empeños, le rogó que por desmentir los ojos de envidiosos émulos (linces del virgíneo incendio que, donde menos se presume, suelen sospechosos esconderse), se fuese por entonces. Y le permitió porque se le pidió con discreto término y sin que Nise lo entendiese, que por el vergel de su domicilio, de noche, pudiese proseguir sus desvelos y descubrir, si fuesen honestos, los ocultos indicios de su intento. Hízolo como se le ordenó, pues en medio del lóbrego y nocturno silencio, de pechos puesto sobre cierto postigo del dichoso sitio, bien que como prisión (sin serlo) hecho y entretejido de menudos hierros por el honesto y seguro decoro de sus dueños, felices testigos hizo del oculto fuego de su pecho los olorosos pimpollos y ejércitos de flores, los frondosos cedros, mirtos y chopos, pues en sonoro instrumento y dulces quiebros de su voz los obligó con lo fino de sus tiernos suspiros y cohechó con lo dulce de repetidos versos. Y si referirlo puedo es porque después Mitilene -según dicen- pidiéndoselos, hizo que con el buril o sutil cincel de un curioso punzón de su estuche en lo liso de cinco o seis presumidos y conjuntos olmos se esculpiesen; y yo mismo dellos los copié, y son éstos:


Pomposo mirto de Venus,
cedro oloroso y gentil,
verdes chopos y cipreses
briosos en competir.
Flores que en sublimes trinos
lisonjeros conducís
el primor y los fulgores
del sol, nieve y de rubí.
Del incendio de mi pecho
pues testigos sois, oíd:
que muere por Mitilene,
el dueño de este pensil.
Decídselo, flores, vos
mirto, vos se lo decid,
y sed mis terceros, chopos,
si su cielo me encubrís.
De los soles de sus ojos
esplendores merecí,
pero en mi destino temo
perderlos por infeliz.
En este vergel dichoso
verlos pude presumir,
no debo de merecerlos,
doleos, flores, de mí.
Soles son, yo lo confieso,
pero su esplendor sutil
pechos que no son de bronce
pudo en fuego convertir.
Y si victorioso en ellos
glorioso trofeo vi,
sé que es su querer muy niño
y puédese desdecir.
Yo estoy, flores, receloso,
porque opuesto tengo en fin,
y el querub que hermoso espero
es sujeto femenil.
Pero de suerte sus ojos
los quiero, que desistir
no podré si se opusiesen
mil reinos y mundos mil.
Que como por ellos muero
luego que feliz los vi
cobré bríos invencibles
con que poder resistir.
Pero socorredme, flores,
que si en verlos los perdí,
no puedo vivir sin ellos,
por ellos quiero morir.


Todo lo oyó Mitilene, porque entre lo espeso de los mirtos y chopos se previno escondiéndose. Pero no pudiendo sufrir que el decoro de su fe estuviese en don Lope dudoso, se descubrió; y le certificó de ser él y no don Gregorio el querido objeto de sus ojos. Con esto se despidió don Lope y en cinco o seis noches, con el decoro posible del honor de Mitilene, logró dulces coloquios y felices discursos, y por segundo premio, trofeo de su fe, un curioso bolsillo de oro con botones, cordoncillos y fluecos de oro de sus rizos, cogidos de los revueltos despojos del ebúrneo peine, y dentro otro listón, color rojo lilio, y en un renglón de oro escrito: soy de don Lope. Pero él se desquitó del empeño con un costoso y precioso cupido de oro y rubíes que le dio con mil firmes prometimientos de ser su esposo, si no se lo impidiesen sus pocos merecimientos y corto destino respecto del odio que su tío don Pedro tuvo con sus progenitores sobre cierto litigio. Confirmó Mitilene su dudoso ofrecimiento con prometerle lo mismo y pedirle que, con todo secreto, se dispusiese el efecto de sus recíprocos deseos.

Pero como en el terrestre globo los gustos son veloces y no suceden siempre prósperos, presto se les enturbió su contento, presto el sereno cielo de sus conformes deseos se obscureció de nubes y furiosos truenos. Sucedió, pues, que don Lope se retiró de Toledo por tiempo de un mes por cierto fortuito suceso, sin ser posible, primero que se fuese, despedirse del bello sol de Mitilene; y Nise, sintiendo en lo oculto pecho el mismo fuego que Mitilene desde que en el festín le vio y en el coche oyó de los dos los requiebros y dulces coloquios, propuso en su mente dividirlos y sustituirse (si don Lope volviese) querido dueño suyo por todos los medios que le fuesen posibles. Y porque mejor se consiguiese el fruto y premio de sus desvelos y del efecto de su pretensión viese felices principios, lo ordenó su destino de suerte que todo sucedió como lo pudo pedir su deseo; porque corrido don Gregorio de ver que don Lope en su coche siguió el de Mitilene sin que se lo impidiesen, y el difuso tiempo que se entretuvo (que de todo dio fe siguiéndolos de lejos), viéndose consumir sin remedio de insufribles celos, sin poder eximirse del interno fuego consumidor de su pecho, hizo que sus deudos entre los de Mitilene y preferente don Pedro, su tío, propusiesen el consorcio. Y porque el efecto de él con resolución y en breve se dispusiese dio comisión de que sin dote ninguno se hiciesen los conciertos. Comunicóse todo entre uno y otro deudos y convinieron los de Mitilene en que se hiciese el desposorio, visto ser conveniente por los méritos de don Gregorio, noble y robusto joven, rico, de ilustre tronco y excelente sujeto, y por el venturoso empleo de Mitilene y no de menor cómodo de su tío y en el dote sin desembolso de dinero, condición y punto muy convenible, y en estos tiempos poco pedido de los novios. Con esto que se decretó dio luego el sí don Pedro, tío de Mitilene, y después se lo comunicó con excesivo contento, diciéndole que, conociendo lo mucho que su destino tuvo de venturoso, dio y otorgó luego en su nombre el consentimiento porque no se perdiese tiempo en disponerse lo preciso y conveniente, y que si con él después viniese don Gregorio su esposo, le recibiese cortés y prudente. Inmoble se quedó Mitilene de lo que le refirió su tío, y entre grillos de hielo no supo con el susto responderle; pero él, entendiendo procediese todo del virgíneo, y vergonzoso decoro y pundonor, se fue contentísimo, y no menos lo quedó Nise, que oyéndolo todo se prometió felice suceso en sus designios. Y lo primero que con Mitilene hizo fue deslucirle y oscurecerle los honrosos términos de don Lope, diciéndole se tuviese por feliz en perderle por ser hombre loco, necio, llorón, imprudente, lleno de mil vicios, perdido por mujeres, y que de diferentes se le conocieron tres hijos (conforme voz común del pueblo), y que no pocos disgustos le costó en cierto tiempo verse libre de él porque primero dio no sólo en pretender por prisión de sus ojos sino en decirle finísimos requiebros; pero que de don Gregorio siempre oyó mil virtudes: pintósele discreto, modesto, prudente, gentilhombre, rico, docto, elocuente y de otros mil epítetos honrosos le hizo digno. Lloró Mitilene su infeliz suerte; pero como lo que primero se quiere es sello que se imprime y difícilmente el entendimiento lo dimite y excluye, no por eso borró de lo interior de su pecho el buen concepto que de su querido don Lope siempre tuvo. Pero como sucedió el irse sin él despedirse y fueron terribles los impulsos de su tío y continuos los consejos de Nise, hubo de conceder en el desposorio que le propusieron con don Gregorio.

Vino en fin como novio lucidísimo por ver el ídolo de todo su contento: entretúvose cortés don Pedro; festejóle en lo exterior Mitilene porque no tuviese del interior disgusto indicios; pero en lo mejor de los dulces conceptos y tiernos coloquios entró el triste don Lope. No osó por el tío descubrirse, pero encubierto lo oyó todo: disimuló lo que pudo y procuró volverse; pero estorbóselo un sudor frío que como menudo rocío le ocupó los miembros todos de suerte que le fue imposible. Y si en los ojos de Mitilene que le divisó (puesto que les dio poco crédito) no viese vislumbres de sentimiento y un tierno y dulce esplendor, como pidiéndole con ellos humilde perdón del cometido yerro, no dudó de que el repentino dolor y susto le destruyese y pusiese en los últimos términos del vivir; pero como no pudo el vehemente dolor (por el presuroso socorro y pío remedio) vencer del todo los interiores espíritus, se vio en él otro repentino efecto, y fue romper de colérico en un vivo fuego con suspiros tristes, terribles extremos, exteriores movimientos del rostro y ceño. Y si es cierto que por los ojos se escriben los que bien se quieren, y que no es difícil poderlos entender los diestros, Mitilene y Nise en los de don Lope visiblemente vieron que de este modo se quejó diciendo:

-Cruel Mitilene, mentiroso cocodrilo, lumbre un tiempo de mis ojos, norte de mis sentidos un tiempo, firme escollo entonces, templo de perfección, ídolo querido de mi espíritu; y en un mes, que es de tiempo un momento, un soplo, noche triste de mis gustos, buido cuchillo de mis contentos. ¿Qué ímpetu furioso o qué ligero viento pudo cruel divertirte del prometimiento firme de consorcio que primero me hiciste? ¿Quién pudo de mí, triste, divertirte? ¿No eres tú quien por escrito en un curioso listón me dijiste soy de don Lope? ¿No fui yo tu querido esposo en el recíproco deseo? ¿No fui de todo tu contento el felice objeto? ¿Quién fue, pues, el que te mudó? ¿Quién el que te obligó o forzó que de tu honesto pecho me excluyeses? ¿Pero qué mucho, Mitilene, si eres mujer y yo, infelice, no pude en un mes verte?

Todo lo notó Nise y temiendo no se descubriese su enredo si don Lope y Mitilene pudieren verse solos, buscó modo como decirle que se fuese primero que lo viese don Pedro, su tío, y entendiese su intento; pero que si quisiese vencer de Mitilene el rigor y que se deshiciese el concierto hecho del desposorio, fingiesen los dos quererse en extremo, y de breve en breve tiempo se viesen y se escribiesen sutiles primores y conceptos porque el furor de los terribles celos rehiciese lo que su retiro deshizo; y Mitilene, conociendo bien el riesgo de perderle, viéndole querido objeto de otros ojos, se resolviese, por el envidioso efecto, en quererle por su esposo. Con este embeleco pretendió Nise disponer en el pecho de don Lope unos principios de odio y, con fingidos chismes, el desprecio de Mitilene, e introducido de su intento y designio, sustituirse firme en quererle; pero él, confuso con lo que vio y sospechoso con lo que oyó, se fue luego y consigo propuso de vencer todos los inconvenientes que se le ofreciesen y verse con Mitilene, por no morir sin el consuelo de poder decirle su dolor, que suele un triste divertirse con el mismo tormento de que muere y un hidrópico recibir breve consuelo y refrigerio con el beber que le consume; y por este respeto quiso entender y discernir qué delitos en él hubiese dignos del excesivo rigor de no quererle y elegir nuevo esposo. Con este deseo pues (perdido por los celos del decoro), se escondió en su vergel de noche, subiendo sin mucho riesgo por el muro, pues empezó por los hierros del mismo postigo y sitio donde los dos se vieron otro tiempo rindiéndose dulces y conceptuosos requiebros; pero guiólo su destino de modo que le vio subir y sintió esconder Mitilene, respecto de no ser muy obscuro y el nocturno silencio. Y puesto que por el riguroso informe de Nise estuvo por no verle ni oírle, con todo, los fervorosos impulsos del pecho no se los consintieron: ¡terrible riesgo y exceso en mujer noble! Llegóse en fin y determinóse (que todo lo emprende un firme querer), resuelto; y hechos fuentes los ojos de uno y otro, propusieron con enojos sus delitos, y entre sí confirieron sus deméritos; pero diéronse brevemente por libres porque les constó que ni en el uno ni en el otro hubo sino un firme, honesto y recíproco querer sin riesgo de olvido ni menos elección o pretensión de nuevo consorcio por gusto propio, pero todo por el opuesto de Nise conducido.

Con increíble contento quedó Mitilene de ver el noble proceder de don Lope y en retribución de su honroso y primoroso término votó y juró de unirse con él en el indisoluble vínculo del Himeneo y de no retroceder de ese intento, puesto que su riguroso tío, por diversos respetos, no lo consintiese, o él y Nise quisiesen que fuese mujer de don Gregorio. Don Lope lo remuneró con prometerle de ser siempre suyo y de verse con Nise y pedirle cortésmente no quisiese impedir de los dos los honestos deseos. Con esto se despidieron por entonces. Fuese don Lope y en su domicilio, según dicen curiosos que se los debieron de oír, celebró con estos sonoros versos en un músico instrumento su felice suceso:

¿Qué mucho mi fe sintiese,
mi bello sol, tu rigor,
si en peligro vi mi honor,
si temí que te perdiese?
¿Qué mucho que en mi creciese
el vivo incendio en recelos
si vi perder mis desvelos,
y viendo mi honor perdido
me vi sin ti, sin sentido
y sin socorro en mis celos?
Que puesto que yo en tus ojos
de mi honor vi los reflejos
no presumí que de lejos
viese en ellos sino enojos.
Pero si los desenojos
yo mismo los escuché,
revivir puede mi fe.
Dese el temor por vencido,
pues que victorioso he sido
y de celos me libré.


Buscó después modo de poder verse con Nise en su domicilio, y conseguido (que no fue muy difícil, pidiéndoselo primero por un billete), le rogó con sumisión y primoroso estilo no quisiese ser cruel con ellos ni obscurecer sus conformes designios; que se doliese de sus desconsuelos y que con su tío deshiciese los conciertos de don Gregorio con Mitilene. Mostrósele reconocido de que en él pusiese sus hermosos ojos, pero certificóle ser imposible contribuir él con el debido culto y feudo por tener Mitilene el dominio de sus ojos y de sus sentidos y residir en lo interior de su espíritu. No pudo Nise en este conflicto riguroso encubrir el sentimiento, ni menos retener ni reprimir el húmedo corriente de sus hermosos luceros; pero oyendo en este ínter golpes y sintiendo gente y entendiendo que fuese don Pedro, su tío, los dos, por encubrirse mejor de que no los viese, se escondieron en el mismo retrete de Nise que, prosiguiendo y rompiendo en dolorosos suspiros, de este modo se quejó del inocente don Lope y de su riguroso destino diciendo:

-¿Dónde se vio ni oyó en el mundo hombre fementido, cruel e insensible este injusto proceder, este resuelto y defectuoso término ni con mujer de mi suerte este vil desprecio? De bronce debes de ser, infiel, o de terrible tigre debiste de recibir en tu niñez el pecho. ¿Es mejor que yo Mitilene? ¿No te rendí yo primero el invencible fuerte de mis deseos? ¿No te lo escribí de lejos con los veloces correos de mis ojos? Y después, ellos mismos, mil veces tiernos, húmedos, llorosos y en perennes fuentes convertidos ¿no te lo dijeron? ¿No leíste en diferentes tiempos, entre el rosicler y nieve de mi rostro, de tu rigor los efectos? ¡Oh terrible destino mío! ¡Oh insufrible e infelice suerte!

De este modo se quejó Nise, y sus voces, suspiros y sollozos fueron de suerte que, divirtiéndose don Pedro su tío por el corredor del retrete, los oyó y dudoso de quién fuese dellos motivo, colérico y con el estoque desnudo entró dentro. Confuso quedó don Lope en verle; pero cobróse presto lo mejor que pudo y fue bien menester todo su brío porque se vio en peligro de ser muerto y no en menor peligro Nise. Pero él, como noble, sirviéndole de escudo, tomó sobre sí todo el riesgo, y con esfuerzo gentil resistió todo el ímpetu y furor de don Pedro, e hiriéndole en el pecho, hizo que presto se fuese por do entró. Pero él, no pudiendo de otro modo volver por su honor, echó presto el cerrojo y los cerró en el retrete mismo. Procuró Mitilene vencer o disminuir prudente su enojo, pero no le fue posible porque luego hizo que, por un billete que en su nombre llevó un escudero, supiese el Corregidor todo el suceso y que con gente viniese y de todo diese por sus ojos fe como muy en breve lo hizo. Y viendo los presos del retrete les tomó luego su confesión. Pero don Lope dijo que, sin querer ofender el noble domicilio de don Pedro, entró en él con el consentimiento de Nise porque le fue forzoso pedirle diese orden cómo se deshiciese cierto enredo. Pero Nise, en cuyo pecho siempre se conservó luminoso y vivo el celoso incendio, por no perder el venturoso envite del destino en el confuso juego del tiempo, respondió que don Lope entró con título de su esposo y que si se lo consintió fue por este respeto y por pedírselo por un billete. Pero no pudiendo sufrirlo Mitilene se encolerizó de modo que perdiendo el honesto y virgíneo encogimiento y rompiendo por el respeto del tío, dijo:

-Eso de esposo no puedo yo consentir, Nise, porque lo es mío don Lope; y si entró en tu retrete no puedo creer que fue sino por mi respeto y no por el tuyo como dices, cocodrilo fingido, porque tus enredos debieron de ser motivo de todo este suceso; perdóneme mi tío si le pierdo el respeto y vénguese en mí si quisiere con mi muerte porque en este conflicto no puedo menos ni es bien encubrir lo que siento porque se opone mi honor, que es primero, y Nise con sus embustes quiere poseer el bien que yo poseo o poseer espero.

-¿Cómo puede ser eso -respondió don Pedro- si tu esposo es don Gregorio? Y si con efecto no, bien podemos decir que lo es pues te lo prometió, presente yo, y yo se lo prometí por tí y en tu nombre, y tú consentiste que él con ese título te viese.

Confuso se vio el Corregidor, pero pidiendo el billete se le dio Nise. Leyóle luego y ordenó que don Lope fuese puesto en prisión en un fuerte o torre, y Nise en depósito en un convento, y que don Pedro estuviese libre, pero que Mitilene tuviese por prisión su mismo domicilio y que él fuese su custodio fiel y confidente, y que de todo se hiciese proceso. Hízose todo como lo ordenó, y prosiguiendo después don Gregorio en su intento del pretendido desposorio con Mitilene, supo por voz del pueblo todo lo sucedido y se dio por ofendido porque, confiriéndolo con Mitilene, conoció un resuelto despego y en don Pedro, su tío, un proceder indiferente y confuso porque no osó decirle de sí ni de no por términos expresos, pero sólo le dijo que con Mitilene lo hubiese, y que si se eximiese de lo prometido le pusiese pleito, por donde se resolvió en seguir su consejo, como lo hizo, oponiéndose segundo pretensor del bello sol de Mitilene. Pero el pleito duró cinco o seis meses y fue no poco reñido. Pero lo que se sentenció fue que, visto don Lope ser cogido entreteniéndose con Nise en su mismo retrete, sitio sospechoso, y sin consentimiento de don Pedro, su tío, y el sucinto billete que escribió, de donde se pudo inferir oculto dolo, según los indicios, todo en deshonor de don Pedro y su noble progenie, se despose el dicho don Lope con Nise y que don Gregorio se despose con Mitilene, pues por los testigos constó de su consentimiento en los conciertos hechos.

Todos se dieron por descontentos de lo que se sentenció, si no fue don Gregorio que con extremos celebró el verse de Mitilene repetido dueño, y Nise que, con verse en convento, sublimó con subidos hipérboles su contento. Pero fue teniendo por certísimo que don Lope, por no morir en prisión, quisiese ser su esposo. Pero él se tuvo por muy poco venturoso, y estuvo en peligro de serlo menos porque tuvo votos de que muriese por el delito, por el riesgo en que estuvo don Pedro, que ninguno juzgó que viviese por lo mucho que penetró el estoque. Y en fin se resolvió en elegir primero morir que vivir sin su Mitilene y en consorcio con Nise. Contribuyóle Mitilene con los mismos excesos de disgusto y sentimiento, porque con el intenso dolor convirtió en perennes fuentes sus hermosos ojos, teniéndose en todo por infelice, y tuvo impulsos de con mortífero veneno prevenir su muerte primero que tuviese efecto el desposorio de Nise con su don Lope. Pero eligiendo, como prudente, mejor medio y consejo, se deliberó en verse con él (si le fuese posible) en el fuerte de su cruel prisión, de noche, como lo hizo; y no le fue muy difícil el conseguirlo, porque con pocos doblones que sembró entre los porteros y confidentes ministros (simiente de que muy presto se suele coger el fruto, y unción de misterioso temple con que les untó los dedos), les templó el rigor; y no sólo entró pero oyó que le dijeron que como fuese de noche, fuese mil noches si quisiese.

Entró en fin, y viéndose con su querido don Lope, después que con honestos indisolubles nudos le significó el contento de verle, en sucintos términos, por no perder tiempo, de este modo le dijo:

-Mi bien, querido esposo y señor, si quieres que contigo me despose, si lo pretendes, y por mi infelice destino no lo desmerezco, te suplico que no me repliques ni divertirme procures de lo que pedirte quiero. Oye, señor mío, mi pretensión no frustres, ni tibio o tímido desprecies mi justo intento: estos vestidos míos femeniles que sobre otros viriles de mi tío (sin que él o Nise lo supiesen) me puse, sobre esos tuyos te viste. Permíteme, dueño mío, se logre el venturoso efecto de lo que te suplico, y que yo en este triste fuerte en tu nombre me quede, y tú en el mío por este postigo burles los intentos terribles de Nise y de nuestros poderosos opositores.

No podré referir el noble término ni el elocuente estilo con que prudente y primoroso se excusó don Lope, y como industrioso, discursivo, circunspecto y vivo, discreto y fino procuró vencer de Mitilene los fervorosos deseos, proponiéndole los inconvenientes y riesgos de infortunios; pero venció Mitilene, porque instó con el retórico estilo el de sus hermosos ojos, pidiéndoselo con vertientes de copiosísimo rocío.

Quedóse en fin en el fuerte, y don Lope se fue libre porque con el rebozo mujeril y ser de noche, no hubo quien se lo impidiese y se recogió en cierto cortijo suyo, no muy lejos de Toledo, donde llegó (puedo decir) que sin espíritu, porque se le quedó con Mitilene y, con ser de noche, estuvo por ver su sol mil veces por volverse, pero detúvole el temor y recelo de su enojo, y consolóse con ofrecérsele en Eugenio, fiel sirviente del cortijo, disposición con que poderle escribir y referirle los descómodos de su retiro y sus desvelos, como lo hizo dos o tres veces, porque fingiéndose Eugenio con vestidos de don Lope, señor de título y deudo de Mitilene, con pocos escudos de oro se pudo conseguir el efecto. Referiré, por no ser molesto, sólo un soneto que le envió entre el primer billete, porque le copió cierto culto por lo que contiene de curioso, y es el siguiente:


Dudoso estoy si bronce soy, si hombre,
pues vivo sin morir en mi tormento;
ser hombre no es posible, pues no siento,
y de hombre sólo tengo injusto nombre.
Bronce debo de ser, bronce me nombre
quien tuviere de hombre entendimiento;
que si vivir sin Mitilene intento
bien merezco de bronce vil renombre.
¡Oh bello querubín, dulce bien mío!
¿Cómo podré vivir sin tí, sin verte,
si de mí, con ser bronce, no me fío?
Pues te quiero, mis ojos, yo de suerte
que en el fuego del pecho el bronce es río
y puede ser el río de mi muerte.


Mitilene lo celebró en extremo y respondiendo por escrito, le pidió no se entristeciese ni de su prisión recibiese inquietud, poniendo los ojos en ejemplo de superiores rigores que en breve se vieron vencidos y deshechos del tiempo y del ingenio de los hombres.

Esto le escribió Mitilene entendiendo que, por mujer, brevemente venciese sus émulos, y que presto se le concediese poderse ir libre. Pero sucedió diferente todo lo que pensó, porque don Gregorio, imprudente, loco y ciego en su firme querer -que de todos se juzgó serlo en extremo por los terribles excesos de su empeño- no sólo no conoció lo terco de su principio, pero, sin inferir del suceso los peligros y riesgos de su honor, se limitó su discurso de suerte que contentísimo de ver que don Lope, su opositor, hubiese huido y que el pretendido objeto de Mitilene estuviese en el fuerte con vestidos viriles, notorios y conocidos por don Pedro su tío, infiriendo -no sé si por bien- conocer el honesto sujeto de Mitilene, que en su virgíneo honor ningún émulo pusiese el menor escrúpulo ni el sospechoso vulgo presumir pudiese detrimento, se sosegó en su pecho, y libre por entonces de estos recelos hizo que el Corregidor pusiese nuevos ministros y porteros, y que diese orden que ningún hombre ni mujer pudiese verse con Mitilene ni se le diese billete si no fuese suyo o de su tío y leído primero por los porteros y ministros, por suplicio del cometido delito; pero que si quisiese del todo eximirse y verse libre se recibiese con él conforme lo definido en el proceso.

Con exceso lo sintió Mitilene, pero no desconfió del todo, que (como prudente) supo encubrir en lo interior su dolor y disgusto; e inquiriendo en lo sutil de su entendimiento de qué modo pudiese disminuir o del todo romper el rigor de su prisión, se deliberó -si bien con riesgo infinito- en huir. Y del modo que lo intentó lo efectuó, porque por un portillo del fuerte se descolgó por los cordeles de su mismo lecho y se burló de los dormidos ministros y rigurosos émulos. Y viéndose entre el oscuro silencio libre, dio consigo en el cortijo de su querido don Lope que, incrédulo del poseído bien y dudoso de perderle, mudó luego de sitio y se recogió con su Mitilene en otro monte vecino y de éste después en Yepes, donde encubiertos residieron mucho tiempo. El Corregidor, en Toledo, bien que perseguido de don Gregorio y de don Pedro por lo mucho que sintieron el huirse Mitilene, hizo por descubrirlos terribles inquisiciones, pero no le fue posible.

Referir el exceso con que sintió Nise que don Lope se huyese téngolo por imposible, porque fue de suerte que de puro sentimiento enfermó, y del intrínseco dolor o furor de los celos se fue consumiendo de modo que se vio en peligro de morir y dio en unos delirios vehementísimos, por donde no consintieron los médicos que residiese en el convento y fue forzoso que su tío don Pedro diese orden de que en su propio domicilio estuviese, y en él recibiese todos los remedios convenientes. Pero después de muchos que no fueron de provecho, fue Dios servido que mejoró (que el remedio del tiempo suele ser el mejor récipe). Y porque se divirtiese de sus tristes suspensiones e inquietudes -que muchos dijeron ser hechizos, siendo sólo un intrínseco y vehemente incendio, procedido de lo refino de un bien querer, desentendiólo de su objeto y sin ánimo[1] de recíproco tributo- le trujo don Pedro, su tío, por eminente doctor un egipcio de éstos que sin serlo con invenciones y embelecos y con título de pobres corren todo el mundo. Éste, pues, que como diestro invencionero primero se informó del origen de su dolor, empezó por referirle el nombre de don Lope, y conociéndole en los ojos ser nombre de virtud, dijo que con pocos nombres, números y signos que él escribiese con cierto licor en un poquito de cuero curtido de puercoespín, y con que Nise los trujese junto del pecho, si en menos de un mes don Lope no viniese, no sólo no le creyesen si otros remedios diese, pero que le diesen mil muertes por suplicio de su delito. Diole Nise un doblón porque los escribiese y respondió que lo diese por hecho si el cuero del puercoespín se pudiese descubrir y pidióle se divirtiese en entretenimientos de gusto y diferentes juegos y se entretuviese en oír sonoros instrumentos y voces de selectos músicos, porque de este modo dispuesto el sujeto, el remedio surtiese mejor efecto, y que si quisiese ver de sus juegos, y sin interés ninguno, cinco o seis brincos de voleo diferentes y muy curiosos, se lo dijese. Dijo Nise que sí y él, pidiendo un ferreruelo, se tendió en el suelo y luego sobre los buidos extremos de dos estoques que sobre él puso en cruz, hizo con otro entre los dientes sus voleos o brincos con ligerísimo curso y gusto increíble de los presentes. Pero en el postrero le fue infelice su destino porque del pecho, sin verlo él ni sentirlo, se le descosió o desenvolvió otro brinco o joyel de oro que de todos fue visto entre los estoques del suelo; pidiéndole Nise (por verle mejor porque le contentó por lo curioso) conoció ser el mismo cupido de oro y rubíes que Mitilene recibió de don Lope en retorno del bolsillo, como en el principio dijimos.

Publicóse luego el hurto y don Pedro dio orden de que el egipcio fuese preso si no dijese lo cierto en todo: quién se lo dio o dónde le hubo, porque negó fuertemente y dijo que le compró en Burgos. Pero convenciéronle presto, porque él mismo, con miedo de ser preso, se equivocó y dijo que no quiso decir sino Burguillos porque en este pueblo se le dio cierto señor heredero. Pero mintió en todo porque el nombre que él refirió del heredero fue supuesto y fingido por ser muy conocidos en Toledo los de este pueblo; pero viéndose en el preciso riesgo y temiendo ser por este hurto y por otros puesto en tres leños si no dijese lo cierto, confesó que en Yepes le hurtó, y que en ciertos floreos que hizo en el domicilio de cierto hombre humilde le hubo de su mujer con cierto embeleco.

Diéronle todos crédito, y permitiéronle se pudiese ir libre donde quisiese. Y Nise, prendiendo de un cordón color celeste en un botón del jubón el cupido de oro, le puso como joyel sobre el pecho, y en él fijos sus hermosos ojos (bien que los del espíritu en don Lope) por mejor divertirse y disminuir su tormento, siguiendo del egipcio el consejo, pidió un músico instrumento, y en él (si curiosos no mienten) con los dulces quiebros de su voz, por lo fino y primoroso del concierto, elevó de los oyentes los sentidos lo sonoro de los versos:

Niño Dios, ciego Cupido,
mi niño de oro, mi bien,
¿cómo es esto, tú en prisiones?
Es querer que yo lo esté.
¿Qué fue, niño, tu designio?
¿Quieres el ídolo ser
de este templo de mi pecho?
Tuyo es siempre ¿no lo ves?
Si por el oro y rubíes
culto quieres pretender,
rubíes son sus primores,
mejor oro el de su fe.
Siempre del niño te puse
trono en mi pecho y dosel,
y tú siempre con él fuiste
ciego dios, injusto juez.
Pero no quiero ofenderte,
pues sin quererte ofender
de suerte me destruiste
que fue suerte el querer bien.
Porque si perdí el sentido
por quien no me quiere bien
¿qué suerte como perderle
perdiéndome yo por él?
Pero si en mis ojos, niño,
tus ojos quieres ceder,
yo sé bien que con ser ciegos
los suyos rendir podré.
Que sin los tuyos, chiquillo,
bien sé que imposible es,
pues por los de Mitilene
ciego vive el infiel.
Luego que su nombre supe
mi suerte infeliz juzgué,
y entre mí dije: don Lope,
nombre de crueles es.
Pero el mío, que es de Nise,
peor mucho debe ser,
pues ni sé si por él muero
ni sé si vivo por él.
¡Oh si feneciese el tiempo
del rigor y del desdén,
y en sus ojos ver pudiese
desempeños de mi fe!
¿En qué le ofendí, bien mío,
o de qué tu enojo es,
si con él siempre fui firme
y él conmigo no lo fue?
Cese tu rigor, mi niño,
cese tu rigor, pues ves,
que si mi pecho encendiste
podré consumirte en él.


Retiróse Nise, y don Pedro hizo luego con el Corregidor que diese orden como de Yepes viniesen presos Mitilene y don Lope, como muy en breve se hizo, porque los cogieron de repente y con poco ruido. Y queriendo el Corregidor que los pusiesen en el Puesto, sitio común de los presos de Toledo, no lo consintió don Pedro, y pidió les diese por prisión su propio domicilio, como se hizo, porque él se entregó de ellos como fiel custodio y confidente; y por si lo impidiesen Nise o don Gregorio se obligó con sus juros y vínculos de responder por ellos y cumplir lo que en juicio se decidiese.

Usó de estos honrosos términos don Pedro por entender que con ellos convenciese los unidos designios de los reos y los pudiese dividir, teniéndolo por mejor que no que en consorcio se uniesen respecto del intrínseco odio que siempre tuvo con los progenitores de don Lope. Procurólo por mil modos, rogóselo ofreciéndole riquísimos dones y subidos intereses, probó períodos de rigor, mezcló tiernos sentimientos, hiciéronlos excesivos Nise y don Gregorio viendo perecer sin remedio sus fervorosos intentos y pretensiones. Pero los dos ilustres presos, unidos y conformes en su firme y eminente querer, siempre resistieron firmes, siempre finos y nobles. Y viéndolos don Pedro resueltos y ser imposible convencerlos, mudó su intento y se deliberó en consentirles su consorcio, si conformes Nise y don Gregorio, y uniéndose primero en el dichoso vínculo del himeneo, se lo permitiesen. Pidióselo con excesivos ruegos. Y don Gregorio, vuelto en su libre discurso, viendo ser imposible desdecirse Mitilene y el peligro y riesgo terrible de su honesto crédito dudoso, y en opinión del vulgo su virgíneo honor (puesto que le tuviese y se desdijese), vino en ello, si bien con indicios de poco gusto. Pero Nise, rompiendo en dos copiosísimos ríos que divirtió entre el hermoso rosicler y nieve de su rostro, respondió que pues por ser infelice y poco venturoso destino no mereció unirse en felice consorcio con don Lope que fue el primer hombre que en su noble pecho y honestos ojos tuvo dominio, no le permitiese el cielo escoger otro hombre por esposo que el mejor de los hombres, Cristo Señor Nuestro. En esto se deliberó, y con resolución ilustre y excelente en muy breve tiempo entró en religión en el mismo convento donde estuvo. Y despidiéndose primero de Mitilene y de don Lope, con tiernos coloquios (si bien con gozo interior de su mejor elección) les dio su cupido de oro y les pidió mil perdones de lo mucho que por su respecto sufrieron de disgustos, tormentos y descomodos. Y porque viviesen ricos y con gusto por público instrumento les dotó todo lo que de sus progenitores heredó en censos, que fueron poco menos de doce mil escudos, y sólo exceptuó un vínculo de quinientos escudos perpetuos de buen cobro, de que se cumplió su dote y se desempeñó el convento. Y enterneciéndose don Gregorio con este heroico ejemplo prometió seguirle, y lo cumplió, porque muy en breve entró religioso en cierto convento de Recoletos. Y todos sus bienes, que en multitud fueron pocos menos que los de Nise quiso que brevemente los hubiesen y poseyesen Mitilene y don Lope, pidiéndoles primero perdón de sus yerros y de lo mucho que por él sufrieron de prolijos descomodos e infortunios.

Querer en breve referir el excesivo de Mitilene y don Lope en verse libres de sus opuestos émulos y competidores y verse señores de todos sus bienes téngolo por imposible, si no es con decir que fue infinito, porque luego dispusieron el efecto de su consorcio. Y porque del todo fuese venturoso, don Pedro fue el primero que se lo suplicó y solicitó porque no sólo los perdonó e hizo que lo mismo hiciese el Corregidor, sino que les dotó de presente los dos tercios de todos sus bienes, censos, vínculos y muebles con que viviesen juntos, y que por su muerte libremente los poseyesen todos. Con que tuvieron felicísimo fin sus inquietudes y persecuciones y venturoso suceso los honestos progresos del eminente incendio de sus pechos y de lo fino su firme unión en sufrir y bien quererse.

Este, señor don Diego, es el discurso que de los dos Soles de Toledo prometí referiros; suplid, como prudente, los yerros de mi tosco pincel y corto ingenio, que conociéndolos yo primero dejo (por no seros molesto) de descubrir por extenso los diversos juegos y donosos entretenimientos, los insignes regocijos y curiosos festines que el noble concurso de los señores e ilustres jóvenes de Toledo con el de sus femeniles y peregrinos sujetos o hermosos querubines hicieron en este célebre desposorio. Y dejo por lo mismo de referir por menor multitud de heroicos y líricos versos que con mil primores en honor y decoro de los felices consortes compusieron selectos cisnes y eruditos ingenios y se repitieron en músicos instrumentos. Pero si excedí por difuso o perdí por prolijo, discúlpeme el fervoroso deseo que es de serviros y de que os gocéis y contéis por felices siglos, prósperos siempre y libre de críticos émulos, los sucesos; superiores siempre y libre de envidiosos cultos, los contentos. De este pobre domicilio, hoy Lunes.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Selon Tom Ford

Guide du Gentleman moderne

1. Vous devriez vous parer de la meilleure version de vous-même quand vous sortez dans le monde, parce que c’est un signe de respect pour les personnes autour de vous.

2. Un Gentleman d’aujourd’hui se doit de travailler. Les gens qui ne travaillent pas sont tellement ennuyeux et d’ailleurs en général ils s’ennuient aussi. Vous devez être passionné et engagé, apporter votre contribution à la planète.

3. Il est très important de connaître les bonnes manières et en fait de savoir quand les choses sont appropriées. J’ai toujours ouvert les portes aux femmes, je porte leur manteau, je m’assure qu’elles marchent du côté intérieur du trottoir. Levez-vous quand les gens arrivent ou quittent la table.

4. Ne soyez pas prétentieux, raciste ou sexiste et ne jugez pas autrui selon son passé.

5. Un homme ne devrait jamais porter des shorts en ville. Les tongs et les shorts ne sont jamais appropriés en ville. Les shorts doivent être portés uniquement sur ​​un court de tennis ou sur la plage

sábado, 1 de octubre de 2011

cositas

abgeholt werden
Adern auf den Unterarmen
angesprochen werden
auch mal was sagen
auf Vorrat einkaufen
auspowern
Begeisterung
bei Regen Auto fahren
der Schließmechanismus von Flugzeugtüren
die Grübchen überm Po
Dissertationen unter 200 Seiten
draußen
ein gutes Verhältnis zu den Leichen im Keller
etwas geschafft haben
Fliegen
Freunde
gebräunte Haut mit goldenen Härchen
gestreifte Longsleeves
Griechisch statt Latein
Haribo-Schlümpfe
Kassiererinnen, die rumschäkern
Kraft
Lachen
Leichtigkeit
Leningrad Philharmonic
matt statt glänzend
mehr als ein breites Kreuz: Rückgrat
Männer, die Fahrräder reparieren können
Müritz
Mut
nach Hause kommen
nehmen können
Radio im Auto hören
Regine Hildebrandt
Rhön-Sprudel medium
rote Haare
Rudern aufm Lake Winnipesaukee
schöne Hände
seine Meinung ändern können
Senf
sich bestricken lassen
Sommernächte auf dem Balkon
Sommersprossen
Sonne, die in die Wohnung scheint
strictly non-profressional
tolles Haar, um mit der Hand durchzufahren
Türen aufhalten
Unbeirrtheit
Unverblümtheit
Verbundenheit
Wahlsonntage
was anpacken

sábado, 23 de julio de 2011

Mon Dieu, que les hommes sont... 2

Que veulent dire ces colères
Et ces propos de mauvais ton?
Sont-ce là, monsieur, les manières
Qu'on doit avoir dans un salon?
Troubler ainsi l'éclat des fêtes
Dont je prends ma part pour ton bien!
Nigaud, nigaud, tu ne comprends donc rien?
Mon Dieu! que les hommes sont bêtes!
Comment! tu vois que j'ai la chance,
Et tu veux tout brouiller ici!
Manquerais-tu de confiance?
C'est un défaut chez un ami.
Laisse-les donc finir, ces fêtes,
Et puis après tu verras bien…
Nigaud, nigaud, tu ne comprends donc rien?
Mon Dieu! que les hommes sont bêtes!

Mon Dieu, que les hommes sont...

C'est un succès. Mes conseils t'ont presque trop bien réussi.
- Il veut m'épouser maintenant parce que je suis une menteuse et que j'ai tout à me faire pardonner.
- Je t'avais prévenue.
- Et il m'a crue tout de suite. Il n'a même pas douté. Il n'a même pas douté.
-Bien encore content d'être malheureux.
- Mon Dieu, mon Dieu, que les hommes sont bêtes.
- Oh... Quelle idée pour une chanson ! Écoute plutôt.

Chantant : Mon Dieu, mon Dieu, que les hommes sont bêtes.

- Chante avec moi. Ce n'est pas la conviction qui te manquera. .

Chantant : Mon Dieu, mon Dieu, que les hommes sont bêtes. Que les hommes sont bêtes ! Que les hommes sont bêtes !

-Nous pouvons le répéter plusieurs fois. C'est une chose que nous ne dirons jamais assez !

Chantant : Mon Dieu !

- Ici nous allons mettre un « Ah » pour te permettre de soupirer !

Chantant : Mon Dieu ! Ah ! Que les hommes sont bêtes ! Sont bêtes !

- Maintenant un petit couplet sans importance. L'important, c'est le refrain. Supposons que ce soit ton bel ami qui parle. Voici, à peu près ce qu'il te dirait.

Chantant : Je ne suis pas homme jaloux. Tu peux mentir. J'adore ça. Tu m'as trompé, moi je t'épouse. Pardon pour...
-Tout cela me tourne la tête. C'est en faisant mal qu'on fait bien. J'avoue, j'avoue. Je n'y comprends rien. Rien. Rien. Fors ceci. Mon Dieu, mon Dieu, que les hommes sont bêtes. Que les hommes sont bêtes ! Que les hommes sont bêtes ! Mon Dieu ! Ah ! Que les hommes sont bêtes ! Sont bêtes !

- Le seul ennui, c'est que je vais probablement avoir un enfant.
- Et c'est le moment que tu choisis pour chasser le père ! Mais tu ne pouvais pas le lui dire simplement au lieu de te servir de mes trucs !
-Oh... J'ai mon idée...

martes, 17 de mayo de 2011

A 27 de marzo - Cancionero de Medinaceli

Romance a la muerte de don Manrique de Lara

A veynte y siete de março, la media noche sería,
en Barcelona la grande grande llanto se hazía.
Los gritos llegan al cielo, la gente se amortecía
por don Manrique de Lara, que deste mundo partía.
Muerto lo traen a su tierra, donde bivo sucedía;
su bulto lleva cubierto de muy rica pedrería,
[cercado descudos darmas, de real genalogía,
de aquellos altos linages donde aquel señor venía,
de los Manriíquez y Castros el mejor era que avía,
de los infantes de Lara derechamente venía.
Con él salen arçobispos con toda la clerezía.
Cavalleros traen sus andas, duques son su compañía.]
Llóralo el rey y la reyna como aquel que les dolía,
llora toda la corte, cada qual quien más podía.
Quedaron todas las damas sin consuelo ni alegría;
cada uno de los galanes con sus lágrimas dezía:
El mejor de los mejores oy nos dexa en este día;
hizo honra a los menores, a los grandes demasía,
[parecía al duque su padre en todo cavallería;]
solo un consuelo le queda a el que más le quería,
que aunque la vida muriese, su memoria quedaría.
[Pareciome Barcelona a Troya quando se ardía.]


A veynte y siete de março de la medianoche serìa
En Barçelona la grande llanto se hazia.

Los gritos llegan al cielo, la gente se amortecìa
Por Don Manrique de Lara que deste mundo partìa.

Muerto lo traen a su tierra donde bivo sucedìa;
Su bulto lleva cubierto de muy rica pedrerìa.

Cercado d'escudos, d'armas, de real genalogia,
De aquellos altos linages donde aquel señor venìa.

Con èl salen arçobispos con todos la clerezia
Cavalleros traen sus andas, duques son su compañìa.

Lloralo el rey y la reyna como aquel que les dolìa
Llora toda la corte, cada qual quien mas podìa.

Quedaron todas las damas sin consuelo nì alegrìa
Cada uno de los galanes con sus làgrimas dezìa.

« El mejor de los mejores oy nos dexa en este dìa »
Hizo honra a los mejores, a los grandes demasìa.

Parecìa a duque su padre en todo cavallerìa
Sòlo un consuelo le queda a el que màs le querìa.

Que aunque la vida muriese su memoria quedarìa.
Pareciòme Barcelona a Troya quando se ardìa.

lunes, 16 de mayo de 2011

Der Mann ohne Eigenschaften

Im Grunde wissen in den Jahren der Lebensmitte wenig Menschen mehr, wie sie eigentlich zu sich selbst gekommen sind, zu ihren Vergnügungen, ihrer Weltanschauung, ihrer Frau, ihrem Charakter, Beruf und ihren Erfolgen, aber sie haben das Gefühl, daß sich nun nicht mehr viel ändern kann. Es ließe sich sogar behaupten, daß sie betrogen worden seien, denn man kann nirgends einen zureichenden Grund dafür entdecken, daß alles gerade so kam, wie es gekommen ist; es hätte auch anders kommen können; die Ereignisse sind ja zum wenigsten von ihnen selbst ausgegangen, meistens hingen sie von allerhand Umständen ab, von der Laune, dem Leben, dem Tod ganz anderer Menschen, und sind gleichsam bloß im gegebenen Zeitpunkt auf sie zugeeilt. So lag in der Jugend das Leben noch wie ein unerschöpflicher Morgen vor ihnen, nach allen Seiten voll von Möglichkeit und Nichts, und schon am Mittag ist mit einemmal etwas da, das beanspruchen darf, nun ihr Leben zu sein, und das ist im ganzen doch so überraschend, wie wenn eines Tags plötzlich ein Mensch dasitzt, mit dem man zwanzig Jahre lang korrespondiert hat, ohne ihn zu kennen, und man hat ihn sich ganz anders vorgestellt. Noch viel sonderbarer aber ist es, daß die meisten Menschen das gar nicht bemerken; sie adoptieren den Mann, der zu ihnen gekommen ist, dessen Leben sich in sie eingelebt hat, seine Erlebnisse erscheinen ihnen jetzt als der Ausdruck ihrer Eigenschaften, und sein Schicksal ist ihr Verdienst oder Unglück.

IRRE

Irre explodieren nicht, wenn das Sonnenlicht sie trifft.
Egal, wie irre sie sind.

sábado, 7 de mayo de 2011

Playlist Haendel

- Waft her Angels through the skies (Jephtha)

- Scherza infida (Ariodante)

- What passion cannot music raise and quell (Ode for St. Cecilia's day)

- Son nata a lagrimar, Se pietà di me non senti, Piangerò (Gulio Cesare)

- My breast with tender pity swells, Cease Ruler of the day (Hercules)

- Ombre pallide, Verdi prati, Tornami a vagheggiar, Mi restano le lagrime (Alcina)

- As with rosy steps, With darkness deep (Theodora)

- Se vago rio (Aminta e Fillide)

- D' Amor fu consiglio, Ferma l´ali (La Resurrezione)

- Gentle Morpheus, son of night; Tune your harps (Alceste)

- Tu del ciel ministro elletto (il Trionfo del tempo e del disinganno)

- As steals the morn (L'allegro, il penseroso ed il moderato)

miércoles, 27 de abril de 2011

OTRO AMIGO INVISIBLE

Hirokazu Koreeda - Airdoll
Fassbinder - die dritte generation, Satansbraten, Lola, Liebe ist kälter als der Tod
Linklater - Slacker
Pasolini - Uccellacci e Uccelini
Schlöndörf - Die verlorene Ehre der Katharina Blum
Polanski - Ghostwriter
Sturgess - Heartless
Smolders - Nuit Noire
Zonca - La vie revée des anges
Héléne Cattet & Bruno Forzani - Amer
Stamm - the last exorcism
Edwards - Monsters
Lifshitz - wild side
Gobert - simon werner a disparu
Spasojevic - Serbian Film
Alfredsons trilogie with Lisbeth Salander
Fenton Bailey & Randy Barbato - 101 rent boys
Zulawski - Possession
Harron - i shot andy warhol
Hawks - the big sleep
Ozon - Gouttes d'eau dur pierres brulantes
Lanthimos - Dogtooth
Diamantopoulos - True blue
Delpy - the countess
Hitchcock - North by Northwest
Haigh - Greek Pete
Pizi - sucker
Perrin - Le peuple migrateur
Hausner - Lourdes
Takita - Okuribito
Amenabar - Agora
Marsh - Man on wire
Scott - the hunger
Scorcese - Shutter island
Cutler - the september issue
Baltasar Kormákur - Myrin
Burton - Alice in wonderland
Daniels - Precious
Edel - der baader meinhof komplex
Akin - Im herz im bauch , soul kitschen , head on , auf der anderen seite
Bruce LaBruce & Rick Castro - Hustler White
Bruce LaBruce - Otto
Bigelow - the Hurt Locker
Anderson - Fantastic Mr fox
Achbar - the corporation
Tarantino - Inglorious Basterds
Hillcoat - the road
Stenberg - Fritt vilt i , ii
Jonze - where the wild things are
Reitman - Up in the air
Park chan wook -
cohen - a serious man
koutras - strella
Jarmousch - the limits of control
Ritchie - sherlock holmes
Sapir - la antena
Burton - Vincent
Resnais - Les herbes folles
Soderbergh - the girlfriend experience
Gilliam - Dr Parnassus
Blomkamp - District 9
Trier - Antichrist
Haneke - das weisse band
Kim ki duk - summer , fall , winter , and spring
Jones - moon
Sono - Exte , strange circus , suicide circle
Maysles Bros - Grey Gardens

lunes, 28 de marzo de 2011

Un amigo invisible

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* The act of seeing with one own's eyes
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* L'heure du loup
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* La chouette aveugle
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* Le maitre et Marguerite
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* Retour définitif et durable de l'être aimé
* Septentrion
* Spinoza : philosophie pratique
* Stanze
* Les sonnets terribles
* Tina ou de l'immortalité
* Up
* Vétérinaires
* La vie mode d'emploi
* Waltenberg

lunes, 28 de febrero de 2011

Da Capo Junio 1993: JAMES KING

Berlín:
"Mi primer empleo fijo en Berlín fue una maravilla. Allí pude trabajar con cantantes tan fabulosos como Josef Greindl y Josef Metternich."

Sándor Kónya:
"Sándor Kónya fue un gran amigo. Rechazó papeles para que yo pudiera cantarlos."

Modelo:
"Benjamino Gigli es el tenor que más he admirado. Nunca nadie produjo con tanta perfección un sonido tan hermoso. Fue único."

Formación:
"He conocido a mucha gente con una buena voz, pero ¿quién se convierte en un gran cantante?
Hay que estar un poquito loco.
Yo necesité unos 20 años antes de poder cantar como tenor. Y soy el alumno más viejo que se pueda usted imaginar, pues a día de hoy aún estoy aprendiendo."

Richard Strauss:
August Everding cuenta que, al parecer, Richard Strauss dijo que no le gustaban los tenores. James King replicó:
"Strauss es grandioso, probablemente el mayor compositor de ópera del siglo XX.
Creo que no entendió a los tenores, lo que significa ser un tenor en una disciplina tan difícil.
Y lo que él escribió... el Apolo en Daphne, por ejemplo, es muy, muy difícil. Strauss obliga al tenor a cantar, cantar, alto, difícil, alto, difícil, y de repente le dice: aún más alto, y uno ya está extenuado. No es tan sencillo."

Estudio de un papel:
"Me he sentado junto a mis colegas y he preguntado y preguntado, qué es importante, qué hay que tener en cuenta; también he escuchado discos. El estudio de un papel es lo más difícil para un cantante. Soy consciente de que un pianista debe trabajar más horas al día, y hay violinistas que a los 18 años son fantásticos, pero no existe un sólo cantante que consiga serlo a los 18."

Voz:
"Les recomiendo a todos los cantantes las antiguas arias italianas. Yo las sigo cantando y a mis 60 años aún no tengo "vibrato", puedo controlar cómo fluye mi media voz.
Monteverdi y Haendel, coloraturas, escalas... todo eso es importante.
En el do sobreagudo de una soprano, vibran las cuerdas vocales 1040 veces por segundo. Es algo divino."

Consejo:
"A veces pienso que es preferible cuando un cantante es un poquito vago, a cuando trabaja demasiado - ¡un poquito, sólo un poquito!"

Heldentenor:
"Un Heldentenor posee una voz oscura, una voz dramática, con potencia en los bajos. Melchior dijo que lo mejor para un Heldentenor es haber cantado largo tiempo como barítono."

Tristan:
"Wolfgang Wagner me ofreció el papel en verano, estuve trabajando en ello hasta febrero. Entonces me di cuenta de que tenía la tensión por las nubes: era demasiado para mí.
Karl Böhm me dijo: sinceramente, creo que no deberías hacerlo. Eres un temerario. Arruinarás tu voz antes de tiempo, si lo haces.
Y rechacé el papel. Eso me salvó.
Un Tristan son dos Otellos: el Tristan tiene 1650 compases y Otello sólo 850!"

Registas:
"No necesariamente me gusta lo que hacen, pero pese a todo me adapto, para ver si puedo ser aún más flexible y si puedo aprender algo.
Nunca he rechazado un papel por la puesta en escena."

Intendentes:
"Las auténticas primadonnas no se hallan en el escenario, sino en los despachos. En las administraciones tienen bastante poca idea de qué son los cantantes."

Música Moderna:
"No estoy absolutamente entusiasmado por la música moderna, pues me parece que por ejemplo el dodecafonismo no puede expresar del todo un sentimiento como la ternura.
He cantado el Moses und Aron de Schönberg, Hermann Scherchen dirigía.
Un día me dice que debo aparecer en escena seis compases más tarde, que dramáticamente era mucho mejor para mi papel. Aparezco seis compases más tarde, él me mira y yo canto.
Pero la segunda vez no me mira. Yo me puse a cantar... ¡con 4 compases de retraso! Y nadie se dio cuenta.
Eso es la música moderna, con Mozart es imposible que pase."

Crítica:
"Cuando uno no puede cantar, se hace profesor.
Y cuando uno no puede enseñar, se hace crítico."

Credo:
"No hay que sobrevalorar los éxitos, no hay que dejar que los fracasos nos desvíen, hay que intentar evolucionar constantemente y ser autocrítico."

Da Capo Febrero 1988: SENA JURINAC

Crítica:
Everding cita a un crítico que describe así la voz de Jurinac:
"Su canto posee un determinado color: el rojo de un vino oscuro, fuerte, a la luz de una vela. Pero también el rojo de la amenaza."
La Jurinac replica: "Siempre he corrido un riesgo en mis actuaciones, pues no me he cuidado. Me he entregado hasta el agotamiento."

Registas:
"En realidad he trabajado a gusto con todos los registas, incluso con Gustaf Gründgens. Gründgens no tenía piel, estaba cubierto por una capa de nervios. Con Wieland Wagner sí que tuve algún problema: él buscaba una figura gótica, y yo soy barroca."

Interpretación:
"Sólo he interpretado papeles que adoro.
Y no existe un tempo definitivo: sólo hay un tempo convincente o no convincente."

Partitura / Compositor:
"Aprendí muy rápido gracias a las transcripciones para piano.
Con Mozart me sentía como en casa, y hoy en día sigo siendo de la opinión de que, cuando una puede cantar Mozart, una puede cantarlo todo."

Colegas:
"Siempre intenté ser una buena compañera.
Con Pavarotti y Domingo canté en los inicios de sus enormes carreras."

Decorados / Vestuario:
"El decorado no es tan importante.
Creo que es una buena idea colocar a los jóvenes cantantes en un escenario vacío y pedirles que interpreten cualquier cosa: ahora encienda usted una chimenea.
Sin embargo, con el vestuario debo sentirme cómoda."

Directores:
"Busch fue el primer director que me dio una palmadita en la espalda, pues nunca creí demasiado en mí misma.
Clemens Krauss me dijo en 1943: Señorita, vuelva usted por donde ha venido y póngase a estudiar."

Formación:
"Yo, como profesora, intento provocar una saludable inseguridad.
Lo máximo que podemos hacer es intentar explicar.
Y la formación es importante, pues a partir de los 50, no se puede continuar sin la técnica."

Da Capo Enero 1987: ANTON DERMOTA

Formación:
"No existe un método válido para todo el mundo, cada cual debe buscar el suyo.
Pero se busca poco y se exige poco. Falta la paciencia para aprender. Requiere tiempo y no se hace de un día para otro."

"El director de mi escuela me dijo: con esa voz no llegará a ningún lado. Por eso fue aún más emocionante para mí cuando mis padres, tras verme por primera vez en la Staatsoper de Viena, me dijeron: A dónde has llegado, hijo!"

Mozart:
"Mozart fue la estrella que me guió. Cantar Mozart es saludable. Es lo más alto."

Música-Palabra:
"La palabra es igual de importante que la música. Es, por decirlo así, el matrimonio ideal.
Cuando la música tiene más cosas que decir, hay que dejar que sea ella quien hable, y viceversa."

Directores:
"Hindemith dirigió sin darse importancia. Richard Strauss era muy humilde. Furtwängler era uno de mis favoritos: la gente le tenía miedo, y sin embargo él era bueno, ni una sola palabra desagradable. Böhm era lo contrario."

Dermota segnaló cuántos grandes directores empiezan por K: Karajan, Klemperer, Kleiber, Krauss, Knappertsbusch.

Partitura:
"Me dejo guiar por la partitura. He estudiado dirección y puedo tocar varios instrumentos. Para mí es muy importante qué atmósfera reina en la orquesta."

Crítica:
"Me he leído todas las críticas. Y los que afirman no leerlas, son los que las leen diez veces!
Conservo todas las críticas y cuando las releo, me digo: eras de verdad tan bueno? No puede ser que fueras siempre así de bueno!"

Lema:
"La rutina es la muerte de la música."

Da Capo Julio 1988: ERIKA KÖTH

Canto:
"Cantar es respirar, respirar es vivir: lo que yo les enseño a mis alumnos es a cantar, a respirar y a vivir bien."

Carrera:
"En realidad yo quería ser bailarina, pero a la edad de ocho años tuve la polio y no pude cumplir ese sueño...
Los estudios me los pagué cantando en clubs de jazz. Y allí aprendí improvisación, armonía y un ritmo férreo: todo lo que en las clases teóricas no me había tomado muy en serio."

Christa Ludwig:
(Erika Köth ganó un concurso en la Radio de Frankfurt en 1947.)
"Estaba extremadamente nerviosa y cada 5 minutos me salía afuera y cantaba do-re-mi, do-re-mi para comprobar que la voz no me fallaba.
Christa Ludwig, que también participaba, permanecía allí sentada y tricotaba.
En un momento dado le dije: Me está usted desquiciando con su tricoteo.
Y la Ludwig me suelta: Pues ni le cuento cómo me está usted poniendo con sus paseíllos."

Directores de escena:
"Muchos vienen del teatro y no saben ni leer una partitura. Y dicen: ¿por qué hay aquí tanta música si nadie canta? ¡Esto lo podemos eliminar!
El adiós a las tablas me resultó fácil debido a estos dementes directores de escena."

Karl Böhm:
"Karl Böhm me quería como Zerbinetta en Munich. Como yo no podía bailar muy bien a causa de esa parálisis que tuve siendo niña, los del teatro le sugirieron a Böhm otra cantante. Pero él mandó un telegrama: ¡quiero a la Köth, no canta con los pies!

Música moderna:
"No he cantado mucha música contemporánea. No me dice nada, carece de alma. Digo sí al jazz moderno, pero digo no a la música culta. Mozart, Strauss, Puccini compusieron con el corazón."

Knappertsbusch:
"Fue en el Prinzregententheater en Munich, estábamos ensayando La flauta mágica, Knappertsbusch dirigía.
Comenzamos con el aria de la Reina de la Noche... der Hölle Rache... ¡pero yo cantaba el doble de rápido!
Knappertsbusch dejó la batuta, todo el mundo estaba aterrorizado.
Se acercó al escenario y yo bajé de la roca, en la que tenía que estar encaramada, y le dije: Lo siento, Herr Professor, pero va demasiado lento para mí. Mi voz es muy ligera y tan despacio me resulta bastante difícil.
Knappertsbusch, tras mirar mi generoso escote, me respondió: Eres una niña descarada... ¿cómo de rápido lo quieres?"

Público:
"El aplauso es el pan del artista, el sueldo es la salchicha en el pan.
El público puede ser muy cruel, a uno le dan poca cancha: una nota mal dada y pasan de la glorificación al apedreo."

Lema:
"Cuando cantamos lo más importante es: bello antes que fuerte.
No canta la garganta, canta todo el cuerpo. Esto significa: ensayar, ensayar, ensayar.
Y lo que me dijo mi abuelo: Procura terminar con dignidad todo lo que empiezas en la vida. Nada es tan malo que no sirva para algo."

Da Capo Marzo 1986: HANS HOTTER

Interpretación:
"Le voy a contar un secreto, no lo sabe casi nadie: nunca he estudiado un papel por completo antes de los ensayos, sino que los he ido modelando mientras tanto."

Palabra:
"Vengo de una época en la que el profesor de canto, no sólo ha formado la voz, sino que ha intentado explicarle al alumno que la voz cantada nace orgánicamente de la voz hablada. Y hay que tener en cuenta que la palabra hablada otorga expresión dramática, sin necesidad de movimiento alguno."

Richard Strauss:
"Strauss me dijo una vez que el cantante debe, por el interés económico de su propia voz, cantar piano y hablar forte.
Esto es especialmente importante en los papeles de Wagner: hay que otorgarle a la palabra algo más de relevancia y permitirle a la voz que descanse."

Estudio de un papel:
"Música y palabra, ambas son fundamentales para mí. Así como las pausas: lo que ocurre en ellas."

Directores:
"Tuve la suerte de conocer a algunos grandes en persona, Richard Strauss, Hans Pfitzner.
La experiencia me ha enseñado que los tiranos entre los directores no son tiranos en absoluto cuando uno les presenta un concepto. Siempre se muestran abiertos.
Lo peor de todo es una sumisión equivocada."

Música moderna:
"Nunca me he sentido avasallado por la música moderna. Pero esto es más bien una cuestión de la disposición interior y de la experiencia."

Wieland Wagner:
"Wieland Wagner intentó convertir a los cantantes de nuevo en seres humanos, lejos de lo exagerado, de lo artificial, de lo falso."

Público:
"Nunca he tenido miedo escénico, al público hay que ganárselo siempre de nuevo."

Crítica:
"No existe artista en este mundo que no se alegre por una buena crítica y a quien no le siente mal una mala.
La cuestión está en cuánto tiempo vas a dejar que te moleste una mala crítica."

Familia:
"Creo que ningún artista puede ser disciplinado y crear algo desde su interior, durante años, si no posee una cierta solidez y una cierta felicidad en su esfera privada."

Enseñar:
"Tuve la suerte de tener un profesor que me llevó muy pronto a ser profesor yo mismo. Es una oportunidad de oro para mantener viva la voz. Lo he hecho durante toda mi vida.
A mis alumnos les digo que un Lied tendrá sólo repercusión si utilizáis vuestros ojos para contactar con el público."

Anécdota de despedida:
"Cantaba yo en Viena y mi madre se encontraba entre el público. Al acabar la función me comentó el diálogo que le había oído a una joven pareja, que también había asistido, ella de unos 16 años, él de unos 18.
Ella: ¿has oído a ese gigante, qué vozarrón tenía?
Él: ¿Cómo vozarrón? ¿Has visto tú qué brazos tenía? ¡Ideal para nuestro equipo de remo!"

Da Capo Febrero 1998: GRACE BUMBRY

Lotte Lehmann:
"Lotte Lehmann fue decisiva para mi trayectoria. El estudiar con ella fue como nacer por segunda vez. Yo quería especializarme en Lied, pero la Lehmann me dijo: tienes también que cantar ópera. Lo probé y me di cuenta de que realmente me gustaba.
De la Lehmann aprendí, ante todo, interpretación."

Bayreuth:
"Por supuesto que, en 1961, fui un escándalo en Bayreuth.
Pero Wieland Wagner buscaba otro tipo de mujer para el papel de Venus.
Y a los críticos les decía: Richard Wagner ha escrito para un color de voz, no de piel."

Carrera:
"Empecé en un pequeño teatro en Basilea. Allí lo aprendí todo. Y eso es lo que le recomiendo a cualquier cantante joven."

Partitura:
"Me atengo absolutamente a la partitura, porque quiero estar al servicio del compositor. Y cuando un compositor escribe "piano", eso es para mí una indicación escénica.
El compositor es el genio, yo sólo soy un humilde ser humano."

Voz:
"La voz es el único instrumento creado por Dios.
Una gran voz es sólo una parte: hay que cantar. La voz debe ser modulada, no sólo fuerte, fuerte, fuerte..."

Compositores:
"Mi compositor de ópera favorito es Verdi. También me encanta Puccini.
Y de Lieder, Schubert, Brahms y Schumann."

Director de escena:
"De vez en cuando, me siento traicionada por los directores de escena."

Elección de papeles:
"A la hora de elegir un papel, siempre le he dado importancia a: quién dirige, quién se encarga de la puesta en escena y quién canta conmigo."

Música moderna:
"Digamos que... la música moderna me la trae al pairo."

Consejo:
"A los jóvenes cantantes les digo: al principio podrás imponerte por la sola fuerza de la juventud pero: escucha a tu cuerpo."

Da Capo febrero 1995: BRIGITTE FASSBAENDER

Carrera:
"En realidad yo quería ser actriz.
La hija de Rudolf Schock era mi amiga, una chica que cantaba en cualquier circunstancia. Entonces me picó el gusanillo, aunque no me atreví a hablar de ello con mi padre. Un día le envié una grabación y él dijo: "la niña vale" y me llevó a Nürnberg donde pasé 3 años dando clases de canto con él (se refiere al gran barítono Willy Domgraf-Fassbaender).
Siempre quise ser una actriz-que-canta, y siempre me han llamado la atención los papeles que son interesantes y atractivos sobre el escenario."

Modelo:
"Siendo estudiante, me fascinaba Maria Callas. Era increíble."

Partitura:
"El estudio de una partitura es un proceso complejo.
Siempre he leído el conjunto de la obra, no sólo mi papel, pues necesito saber lo que pasa a mi alrededor. Luego empieza el trabajo con el correpetidor. También he escuchado discos, pues es bueno oír otras interpretaciones, no para copiarlas, sino para aprender."

Interpretación:
"Para mí, la interpretación es la movilización de la fantasía. Un juego absolutamente emocionante, en especial en el Lied."

Compositor:
"Strauss ha compuesto, para mí, lo más grande y lo más hermoso. Pero el gran amor de mi vida es Schubert."

Directores:
"Con 2 directores he trabajado especialmente a gusto: Carlos Kleiber y Carlo Maria Giulini.
Yo misma dirigí una vez. Fue un Fledermaus, en nochevieja. Tras la polka, el teatro se vino abajo."

Público:
"Creo que mi mejor público se halla en Inglaterra, es por eso que he cantado tan a gusto allí."

Críticos:
"No canto para los críticos, sino para el público."

Texto:
"Siempre he tenido dificultad con los textos malos, especialmente en el Lied. En la ópera no se entiende todo, hay cosas que pasan más desapercibidas. En un Lied cada palabra es importante. El trabajo es más sencillo si el texto es de calidad."

Retiro:
"Dejé de cantar porque amo hasta tal punto el canto...
Decidí retirarme cuando aún me encontraba en forma, pues es así como quiero que se me recuerde.
Mi carrera continúa, hago puesta en escena. También ahí me gustaría dejar un buen recuerdo, y lamento esa tendencia (voy a decirlo bajito) a "cachondearse" de la obra...ñNo es lo que yo busco!"

Formación:
"En mi opinión, se acepta a demasiados jóvenes en las clases, y se crean suegnos que luego no pueden ser realizados. Es un trabajo muy duro. En mi opinión, incluso las clases de canto son insuficientes."

Consejo:
"Mi consejo para un joven artista es que tenga paciencia consigo mismo, para poder llevar a cabo una evolución y una maduración.
Hay que saber escuchar también a la gente que te aprecia.
Hay que ser fuerte, pues las tentaciones abundan...
La paciencia es lo más importante, no hay que precipitarse.
Uno debe permitirse sentir emociones en el escenario, sumergirse en ellas, intentar desplegarlas de una forma personal."

Da Capo Septiembre 1998: TERESA BERGANZA

Tiempo:
"Es cierto que siempre he sabido encontrar la manera de repartir mi tiempo. Y si a día de hoy aún estoy cantando, es gracias a que he me he tomado tiempo para vivir, como madre y como mujer."

Papeles:
"Cuando he tenido que estudiar un papel, nunca me he escuchado discos de otras cantantes, pues mi intención no era imitar.
Es por eso que mi estilo es tan personal.
Para mí fue siempre la música lo más importante. Hay que conocerla profundamente y ofrecerla tal y como el compositor la ideó.
En ese sentido me fue de gran ayuda el haber estudiado piano."

Voz:
"Es algo dado, y es también una obsesión. Siempre he tenido miedo de perder mi voz. Y por ello, ensayo cada mañana. Incluso de noche, me levanto, voy al baño y ensayo- y cuando doy la nota, entonces puedo volver tranquilamente a dormir.
Con 23 años rechacé hacer Violetta en La Scala porque aún me sentía muy joven: y si la hubiera hecho entonces, no estaría ahora cantando."

Compositores:
"Adoro a todos los compositores que he cantado.
Pero si me dijeran que voy a morir mañana, pediría oír a Mozart."

Música moderna:
"Para mí, la historia de la música se acaba en Stravinsky. Desgraciadamente no he sido educada para cantar música moderna.
Que si la música moderna daña la voz?
No sabría decir, puesto que no la he cantado. Pero por lo que he oído... creo que sí. Esos saltos violentos son duros para la voz."

Directores:
"Giulini fue probablemente el director que tuvo una mayor influencia en mí, cuando yo aún era muy joven.
A él le encantaba que yo cantara lo que él dirigía.
Con Karajan tuve una relación especial. No amor-odio, sino amor-cabreo.
Tengo un carácter fuerte, y cuando una vez me dijo que yo no era "lo bastante musical", le solté: Maestro, dígame lo que usted quiera, pero de música... entiendo yo tanto como usted y como todos los que están aquí.
Con 24 años fue bastante atrevido de mi parte.
Cuando más tarde Karajan me dijo: "es usted la mejor mezzo del siglo, cante Nozze en Salzburg", entonces nos reconciliamos.
Y me dirigió como Cherubino... y nunca lo olvidaré."

Director de escena:
"O bien me convence él o le convenzo yo. O me largo.
Si me convence, lo hago.
Si son ideas absurdas, o bien las discuto, o bien me largo.
Lo importante es que el director de orquesta y el de escena trabajen juntos."

Interpretación:
"Ya lo dijo Mozart: la música es lo primero. Pero no podemos dejar de lado el texto.
Lo primero que hago es leer la partitura, para inmediatamente después acompañarla con el texto.
En el texto hay alegría, drama, amor.
Intento acercar lo más posible música y texto."

Repertorio:
(Después de que August Everding la haya llamado "la mayor cantante con el repertorio mas pequeño")
"No me ofende usted. Lo más importante para mí siempre fue que el repertorio y mi voz se acomodaran perfectamente.
No he cantado muchísimos papeles, pero todo lo que he cantado, lo he cantado muy bien."

Público:
"Nunca me han abucheado. Si me pasara, me daría un infarto."

Consejo a jóvenes cantantes:
"Que estudien, que aprendan una buena técnica, que elijan bien su repertorio y, sobre todo, que no tengan prisa."

Compagneras:
"Mi relación con Maria Callas fue la que más me marcó. Me recibió en Dallas como a una hermana pequeña. Todo lo trabajó incansablemente, cada detalle, cada movimiento, todo estaba absolutamente estudiado y sin embargo en escena parecia lo más natural del mundo.
Después de mi aria hubo un gran aplauso, pero yo estaba de espaldas al público. Entonces se me acercó Callas y me giró para que yo pudiera ver ese aplauso.
Así era ella."

Lema:
"Cada vez que he cantado, lo he hecho sabiendo que podía ser la última."